miércoles, 21 de marzo de 2012

Secreta Invasión (The Secret Invasion, 1964), de Roger Corman

Lo que, pese a sus evidentes limitaciones, hace interesante hoy la filmografía de Roger Corman, es la cercanía de sus películas más apreciables a aquel tipo de cine, normalmente adscrito al western o al policiaco y siempre dentro de los márgenes de la serie B, que llevaron a cabo directores como Donald Siegel, Samuel Fuller, Phil Karlson o Joseph H. Lewis a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. La obra de todos ellos tiene en común una marcada corriente de violencia que se manifiesta de manera implícita en los comportamientos de sus personajes, y de manera explícita en secuencias donde la puesta en escena y el montaje trasmiten una dureza y una crispación poco habituales hasta entonces en el cine norteamericano.
Escrita por R. Wright Campbell y producida y dirigida por Corman en 1964, Secreta Invasión es una película menos conocida pero mucho más lograda que otras tan populares como Los Ángeles del Inferno o El Hombre con Rayos X en los Ojos. Su punto de partida (la aventura de un grupo de delincuentes reclutados a la fuerza para llevar a cabo una misión en Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial), convencional y común a tantos relatos de acción de los años sesenta y setenta, da lugar a un primer tercio lastrado por la dificultad de Corman para crear auténticos personajes que vayan más allá del arquetipo, algo consustancial a todo su cine. Estos quedan mejor definidos por su comportamiento que por lo que se nos dice sobre ellos, con lo cual Secreta Invasión, que durante ese primer tercio apenas destacaba por un par de momentos notables, ofrece luego numerosos ejemplos de las mejores características del cine de su director. Hay varias secuencias en la película que se cuentan entre lo más valioso rodado por Corman. Una de ellas es la que transcurre en el cementerio y culmina con la muerte accidental del bebé a manos de uno de los protagonistas, cuando trata de evitar que los soldados alemanes oigan sus lloros. La sucesión de primeros planos fijos y suaves panorámicas en plano medio (parece que la cámara buscara hacernos comprender su dolor sin inmiscuirse en él), y la ausencia casi total de diálogos, le da a la secuencia una densidad, una sutileza y una emotividad admirables. También hay que destacar lo bien rodadas que están las escenas de escaramuzas y batallas: en la primera, el dramatismo con que se muestra cómo van cayendo algunos de los personajes principales (a destacar la panorámica en plano medio que recoge la muerte de Edd Byrnes, las panorámicas en plano general de Mickey Rooney corriendo hacia el bunker alemán y el travelling de Stewart Granger avanzando herido por la orilla del río) lo dicen todo sobre el cambio que se ha producido en ellos tras la muerte del niño, y sobre sus motivaciones para llevar a cabo unos actos prácticamente suicidas. En cuanto a la batalla que cierra la película, sorprenden los extraños ángulos de la cámara, el brioso travelling, digno de Samuel Fuller, con la cámara situada sobre el camión desde el que se ametralla a los soldados apostados en una calle, y algunos planos ligeramente desenfocados. Pero es en la violenta secuencia inmediatamente anterior, con ese giro argumental que retoma el tema del traidor y el héroe, donde se percibe con más fuerza una perfecta adecuación entre lo que se pretende transmitir y la forma en que es transmitido por medio de imágenes: basta un sencillo juego de plano (en contrapicado) / contraplano (en picado), y a continuación un nuevo plano medio en contrapicado (es un buen ejemplo de plano “necesario”, exactamente el que requería la secuencia), para que el significado de un itinerario trágico aparezca reflejado en la pantalla con toda su profundidad. No podemos olvidar las excelentes interpretaciones de un reparto en el que coinciden actores veteranos con estrellas del momento (además de los citados, Raf Vallone, Mike Campbell, Henry Silva y Spela Rozin), una fotografía (Arthur E. Arling) y una banda sonora (Hugo Friedhofer) que le dan a la película un brillante acabado pese a su limitado presupuesto, y la fluidez con que Corman utiliza el formato horizontal, integrando en el relato los magníficos escenarios naturales sin caer nunca en lo esteticista, todo lo cual contribuye a hacer de Secreta Invasión uno de los mejores títulos de su extensa filmografía.

13 comentarios:

Antonio de Castro Cortizas dijo...

Esta reseña la puse hace unas semanas en un blog paralelo donde pensaba hablar de vez en cuando sobre alguna película. Pero como era algo confuso tener dos blogs al mismo tiempo, cierro el otro, la pongo aquí de nuevo y se la dedico a David C., Mario Salazar, Cinexim y Raúl, que pasaron por allí y dejaron interesantes e instructivos comentarios.

Roy dijo...

Excelente texto. No me doy cuenta de haber visto esta peli, tengo que mirar en la carpeta "Corman" igual está por ahí sin ver.

Un saludo
Roy

Daniel Bermeo dijo...

Vaya, con lo que nos cuentas parece ser una película con una técnica increible. La apunto porque de Corman no recuerdo haber visto mucho.

Un abrazo Antonio.

awacat.es dijo...

¿En un blog paralelo? Querido Antonio, dos puntos y me voy aparte..

No recuerdo haber visto la película, me pasa como a Roy..

Pero me quedaré pensando un rato en lo que has escrito sobre ella y otras cosas.

Un abrazo

Antonio de Castro Cortizas dijo...

Muchas gracias, Roy Bean.

Daniel, en realidad la película no llama la atención tanto por su hechura técnica cuanto por lo bien que están utilizados los escasos medios de los que dispone, y siempre en función de darle densidad a la historia que se narra. Es la virtud, y en ocasiones la grandeza, de la serie B, esa capacidad de aprovechar al máximo unos recursos expresivos hasta lograr que las imágenes le saquen todo el partido posible a los guiones llegando a trascender sus posibles deficiencias. Eso en películas modestas como esta; en otras en las que ya el guión es muy bueno, la película resultante suele ser una obra maestra (me vienen a la cabeza Underworld USA de Samuel Fuller, Gun Crazy de Joseph H. Lewis o Johnny Guitar de Nicholas Ray).
Un abrazo.

Blanca, últimamente estoy viendo bastantes películas antiguas y me apetecía escribir sobre ellas, por eso el otro blog; pero al final, supongo que por pereza, sólo escribí esta, así que prefiero ponerla en el de siempre.
Un abrazo.

Mario Salazar dijo...

Hola, Antonio, un filme muy personal, que creo me gustará porque son esas recomendaciones poco conocidas las que despiertan muchas veces grandes entusiasmos. Como dije anteriormente, muy buen aporte tu apreciación sobre lo técnico, sobre la cámara y el modo de crear una escena. La tendré muy en cuenta. Un abrazo.

Javier Simpson dijo...

Me gusta Fuller. Un cine con gancho el suyo, muy brioso.
Me parece muy acertado que semejaras el cine de Fuller con autores como Siegel, Antonio. Un cine muy setentero de género influenciado por la serie b, es cierto.

Me apunto la peli. No la conocía y el cine bélico tiene su atractivo. Hay pelis de guerra que de niño me encantaron y me quedaron en el recuerdo. Ahora es menos, pero de vez en cuando apetece, y haberlas hailas buenas :-)

Un saludo, Antonio. Estupenda entrada. Lo que comentas del estilo y técnica cinematográfica está cojonudo…

Hasta otra

Javier Simpson dijo...

Aunque la peli sea de Corman :-P De todas formas me mantengo en las semejanzas del cine de Fuller con el de gente como Siegel.
Por cierto: creo que la palabra semejaras me la he inventado.

Un saludo

David Cotos dijo...

Antonio:

Primero muchas gracias por la dedicatoria. Me gusta la manera en que haces la crítica, es tan tuya, como cuando enfatizas los detalles en los personajes de tus cuentos.

Sabes yo también tengo 2 blogs(inclusive haciendo historia en blogs, en un momento tuve como 8 blogs pero era demasiado. 7 los consolide en Cine para usar el Cerebro. En tanto que Observando Cine Peruano siempre lo he mantenido, hay que apoyar el cine de mi país y dar a conocerlo al mundo). Lo más importante más allá del número de blogs es compartir la pasión que significa escribir sobre lo que queremos contar y compartir con los demás.

Saludos

David

Pd: Ah verdad, justo he publicado un cuento en mi blog también.

MTeresa dijo...

Esta película y similares
las vi haces años,
me han gustado siempre
las pelis de este género,
y los actores me encantan,
tu crítica la convierte
en obra de arte
y la enaltece,
besitos

Miguel Baquero dijo...

No he visto esa película, pero ahora y siempre viva la serie B ;-)

Raúl dijo...

Corman, como otros tantos trabajadores del cine de aquella época, era, sobre todo, un gran profesional: un tipo coherente, aplicado y de evidente valentía. Además, me da la impresión de que este tipo se divertía muchísimo haciendo su trabajo.

abril en paris dijo...

Se me antoja que no la he visto pero tu entusiasmo invita a verla.

Saludos :-)